Los pájaros muertos de la comadre
¿Recuerdas viejo?
¿recuerdas cuando mis tetas lucían tan altas como las de aquella muchacha?
-Muchacha… ¿cuál muchacha Rosario?, yo no veo ninguna muchacha!-
¡Aquella muchacha!, la que lleva el vestido corto y las tetas en la garganta… ¡la que no deja nada a la imaginación! esa con cara de virgen de la Merced, que segurito ha acabado con la santidad de cuanto mozo se le ha cruzado por delante, !la que miras con cara de pendejo cada vez que tuerzo el pescuezo fingiendo ver pa´ otro lado!
-¡Ya vas a empezar Rosario! apenas y de reojo la miré y eso porque está parada bajo la cruz del Santísimo altar de nuestro Señor y como soy un hombre de buena fe, voltiié para elevar una súplica al Eterno, para que estos viejos huesos no rechinen en las noches de viento. ¿Yo qué culpa vua tener de que haya estado ahy de pie?-
¡Viejo mojigato, ahora hasta el Altísimo es la excusa perfecta para vos! Pero dejá nomás, que a estas alturas vu estar yo pa´ celarte. ¡Ja…! Más rápido hasta la risa se me agolpa en el gasnate y quiero soltar la carcajada, si lo que tienes entre las piernas no ha de servir ya un par de décadas, !vua celarte yo!!si ya no servís!! ni como marido, ni como hombre, ni como buen partido para la vejez!
¡Pobre!, si a la mocosa esa le
tocara ver tus miserias, capaz que hasta le doy lástima y me comparte uno de
los mozos. No sé por qué no te yecho velorio, si estás muerto de apartes y la que me tenía feliz murió hace tiempo, !si era de hacerle velorio no!, pa´que sepan del languido cadáver que ya ni pa´miar te sirve.
-¿Velorio a mí???? ¿por qué vieja atolondrada? !aquí toy respirando juerte, pa tu desgracia y mi felicida!-
¡Porque moriste por partes y lo primero fue aquellito, lo de abajo! Y pensar que me casé con vos porque creí que estaba en estado, porque lo único que hacíamos era sudar bajo el zaguán, a escondidas de mis taitas y resulta que ni para darme un hijo servistes… ¡Vua estar yo pa sentir celos!
Pero dime, ¿te acuerdas cuando mis tetas lucían tan altas como las de aquella muchacha?
-¡Ayyy Rosario! ¿Cómo me he de olvidar?, si era adicto a estar como guambra hambriento colgado de ellas?-
-¡Vieja bruja!, vos eres la que empieza y después ya andas de curuchupa…! y ¿por qué se ha de enojar el Santito, si finalmente los pecados los bendijimos haciéndonos marido y mujer? ¿Y por qué preguntates si me recuerdo lo de tus tetas? ¿por qué?-
!Porque le ves a la guambra esa, aguaita bien! Ella es la hija del compadre Emmanuel y si no fuera que soy estéril, diría que es mi propia hija, ¡igualítica a mi¡
…ya es hora que en la casa de Dios y antes de morirme te confiese viejo, que siempre supe lo de vos y la Lupe, ¡la Lupe mi comadre¡ ¡viejo cochino!, ¡con mi comadre también! no he de irme de esta tierra sin restriegarte en el hocico que siempre supe tus cochinadas y tanto te lloré, que la mocosa esa salió igualítica a mí!
Segurita estoy de que hasta es tu hija, pero lo que me encabrona, es que lo que no pudites poner en mi vientre, le ponites en el vientre de la Lupe y el compadre de pendejo orgulloso de que le digan !taita!, mientras que vos le dabas escribiendo en el cuaderno las tareas que a él le faltaban…
La Matilde, la Juana, la Rita y Don Serbelión, me dijeron que le hacías gritar a la comadre como burro en primavera y que hasta una vez le dijeron al compadre y que la muy descarada culialegre, le dijo que eran los gritos de alabanza a la Virgen del Santo Rosario, para agradecer por su casorio, buen marido y la panza que era milagro.
¡Pobre¡, !fue tan bueno como yo pendeja!, el aguantó por ignorar lo que pasaba, creyendo que en lugar de mujer tenía una Santa y yo aguanté porque a mí me cumplías como se le cumple a las damas, ¿cómo me iba a imaginar que salrías tan joven con el pájaro muerto y me dejarás a medias tua las ganas?
-¡Pájaro muerto! ¡Pedazo de bruta! ¡Cáncer de próstata es lo que tengo!-
¡Cáncer…cáncer cáncer¡¡cárcel ha de ser!, !por sinvergüenza, por culo flojo y como decía mi abuela: polvo e´gallo…! !cárcel ha de ser!, esa cárcel que al Santico le pedí que te dé !por culero e infiel…! ¡Calla…Calla y disimula! Que la hija de la Lupe y el cornudo del compadre viene pa´ca.
Hola mijita ¿cómo están vos y tus taitas?
Buenas Doña Charito! Mi papá muerto mi mamá recordando al difunditito!, llorándole como lloran las viudas, desde el fondo de la enagua.
¡Bárbaro! ¿cuándo se murió el Emmanuel?
Desde ahí siiiii que la perdimos, sólo chilla y chilla por mi taita muerto, dice que con él ya cuenta dos muertos, el uno que yace en el cementerio y el otro que está descompuesto… ¿qué tan hablará? Pa´mi que se le jue la teja, cuando el viejo se murió… Irá por la casa Doña Charito, que a mi ma, bien le ha de hacer verla, capaz que hasta le consuela.
!Chao mijita!, !ya he de ir,
cargando el pájaro descompuesto, para dar el pésame por el pájaro muerto..!
Sory
Me encanta éste!
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